Ocho diseñadoras bolivianas de renombre crearon y presentaron una simétrica policromía de prendas inspiradas en la Neo-arquitectura Andina de Freddy Mamani, arquitecto que generó un movimiento estético y arquitectónico en su ciudad de El Alto y quien recientemente ha sido invitado por la Fondation Cartier para la recreación de un salón de fiestas estilo "Cholets" en un espacio de 300 mts, en la exhibición denominada "Géométries Sud, Du Mexique à la Terre de Feu" que se inaugurará en julio de este año en Paris.
El evento, organizado por Socorro Vila Magno y Angelique Wibaux, esposas de los embajadores de Brasil y Francia en La Paz, respectivamente, contó con la presencia de alrededor de 1300 personas, entre ellas personalidades paceñas, diplomáticos y público en general que fueron parte de esta propuesta.
"El homenaje a Freddy Mamani es ante todo el homenaje de dos embajadas amigas de Bolivia a la cultura de El Alto y a la creatividad boliviana", resaltó Wibaux.
A su turno, Vila resaltó las creaciones de Mamani y su afán por "darle color a El Alto", así como la mano de obra y el talento de los diseñadores de modas en Bolivia.
El resultado fue un derroche de elegancia y color en una pasarela en la residencia brasileña en La Paz, en la que estos creativos mostraron novedosas colecciones de sacos, abrigos, faldas, blusas, mantas, carteras, zapatos, bufandas e incluso la vestimenta tradicional de las "cholitas", típicas aimaras bolivianas.
La fuente de inspiración para estos diseños no fue otra que la arquitectura andina creada por Mamani, a quien la casa de diseño Beatriz Canedo Patiño, una de las protagonistas del desfile, ha llamado el "Gaudí andino".
La llamada arquitectura andina es una corriente que surgió hace unos años en El Alto, la segunda mayor ciudad de Bolivia, situada a más de 4.000 metros de altura en el altiplano.
Su principal gestor es Mamani, quien tomó inspiración en los elementos geométricos tiahuanacotas presentes en las construcciones y piezas arqueológicas de esa cultura precolombina, pero además el arquitecto soñaba con dar color al monocromático paisaje alteño.
Los edificios diseñados por Mamani son conocidos como "cholets", suntuosas construcciones caracterizadas por mezclar sin límite los diseños culturales tradicionales con modernos.
Además de las formas andinas plasmadas en sus fachadas con amplios ventanales, los "cholets" sobresalen también por los colores intensos que se usan dentro y fuera de la construcción.
En declaraciones a Efe, Mamani explicó que se inspiró en la cultura prehispánica de Tiahuanaco para hacer sus diseños.
"Esos elementos geométricos los he fusionado en mi arquitectura, plasmando a la vez los colores, esa policromía de colores que da vida a El Alto, una ciudad muy monocromática hace que la arquitectura sea tal vez algo rebelde, pero también es un aporte a la cultura en la ciudad de El Alto", señaló.
El arquitecto agradeció a las embajadas de Brasil y Francia "por tan linda actividad", así como a los diseñadores que se sumaron a la misma, al considerar "interesante" que la arquitectura "se esté fusionando con la moda boliviana".
"Es un honor para mí llegar a esta instancia porque no lo sentía de esta manera", afirmó.
Canedo, heredera del legado de su tía Beatriz Canedo Patiño, la "reina de la alpaca" fallecida hace dos años, aseguró que para ella fue interesante descubrir, por un lado, que algunos "cholets" llevaban nombres como Grand Palace, o que tenían salones como el Diamondillium o Rubí, con grandes cúpulas y detalles andinos.
Otra cosa que le llamó la atención es que la fachada del "cholet" y los salones interiores "son dos figuras, dos diseños y colores totalmente diferentes", y fue a eso a lo que apuntó en sus creaciones para el desfile.
Para lograrlo, Canedo se unió con Yelka Maric, gestora de la asociación Madres y Artesanas Tex, que reúne a hábiles mujeres tejedoras de diseños exclusivos para marcas como Oscar de la Renta o Ralph Laurent.
Así, se presentó la colección "Majestuosidad andina", que plasma "ese arte, esas formas majestuosas, esa explosión de colores" y lo que Mamani "ha logrado para la ciudad de El Alto, de poder vivir en color", según Canedo.
Estas diseñadoras buscaron emular ese descubrimiento que les supuso conocer el interior de un "cholet", por lo que sus modelos llevaron sacos, abrigos y capas creados por BCP con tejidos planos en baby alpaca y por dentro mostraron vistosas prendas tejidas en punto por Madres y Artesanas.
"Ese es justamente el concepto gestado por detrás en la concepción de toda esta colección, darle tres dimensiones, generar sorpresa cuando se abre el saco en tejido plano y encontrar un mundo de texturas, dimensiones y de colores", indicó Maric a Efe.
Para Maric, el reto fue mostrar los ángulos, cúpulas y figuras geométricas que usa Mamani en sus edificios, pero como en el tejido de punto "nada es imposible", se pudo lograr.
Además de estas dos casas, participaron también otras grandes marcas de la alta costura boliviana, como Bayeta, Mamán Fine Art, Ilse Guzmán Brockmann, Narda Paredes y Liliana Castellanos.
Para sumarse al homenaje, muchos diseñadores tuvieron que salir de sus zonas de confort y atreverse a usar colores que normalmente no emplearían, pasando de los habituales tonos oscuros a los pasteles, azules, fucsia, amarillos, verdes o naranja.
De este evento, auspiciado por STRATEGIS, destacó que el color que imprimió a la arquitectura andina trascendiera a otras áreas e inspirase a los diseños de las vestimentas que se presentaron en el desfile.
La moda boliviana ahora puede narrar un nuevo capítulo en su historia. Los diseñadores nacionales están innovando para darle una identidad a la moda que se destaque del resto del mundo. El arte rompe fronteras y en el evento se lo ha comprobado. Estamos ansiosos de ver las creaciones que nacerán a raíz de esta iniciativa en cada diseñador; y conocer las próximas propuestas en las pasarelas del país y a nivel internacional.